El Canshape (XXXVII)

La dura labor legislativa

La sesión ordinaria de este jueves que se supone debió ser a las 12 del día, inició con una hora y 10 minutos de retraso. Nada que ver con el día de la toma de protesta en que los nuevos legisladores estuvieron por lo menos con 10 minutos de anticipación, temerosos, quizá, de quedarse sin fuero.
Para los asistentes de ayer una cosa quedó clara: los figurines de siempre seguirán haciendo de las suyas y los improvisados engordándoles en caldo en cada oportunidad. La sesión no inició hasta que estuvo presente Arely Madrid Tovilla, quien en tan solo dos sesiones ha mostrado ser la mera jefa del congreso local.
Que no te ganen el valor se recomienda a quien quiere alguna oportunidad de sobresalir, pero la mayoría de los nuevos diputados no escucha consejos y busca sólo quedar bien con quien seguirá prendida a la chistosa presupuestal por un buen rato más.

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Qué manera de ganarse la chuleta de nuestros diputados, me cae que así hasta uno quiere, pues antes de la sesión uno a uno desfiló sonriente como si caminara por la alfombra roja de la entrega de unos premios importantes, se fueron sentando y habiendo quórum inició la sesión con una hora y 20 minutos tarde, repito.
La orden del día, de lo más compleja dirá, pura desincorporación de terrenos para donación, solicitados no por la ciudadanía sino por funcionarios públicos para, esos sí, levantarse el cuello cuando los entreguen, si es que los entregan. Así varios casos y a todos dijeron sí por unanimidad, pero ni eso, nada más se pararon de su silla en cuanto les preguntaron si estaban de acuerdo y, como borreguitos, todos estuvieron de acuerdo, ni uno lo dudó. Qué chulada de sistema, me dije, qué legisladores tan seguros de sí mismos.
Cuando les pidieron inscribir un tema general para debatir, ni uno se mosqueó, nadie dijo nada, nadie lo intentó. Qué weba, pensarían. La convocatoria duró escasos 20 segundos.

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Qué puro show fue el conato de reventada de trompa entre el diputado petista Enoc Hernández y el perredista Léster Hernández. Que son muy amigos y todo fue un mal entendido. Qué bueno que lo aclaran porque una gran parvada de malpensantes, que estuvieron presentes el día del acontecimiento, muestra clara de la unidad y camaradería que abunda en la actual legislación, andaba contando que Léster, al ver por los pasillos a Enoc, salió en chinga de su oficina para decirle con la suficiente cortesía política:
—Enoc, te voy a partir la madre.
—Cuando quieras, cabrón –dijo el exalcalde coleto, mientras algunos reporteros observaban.
Pero resulta que no, el petista aclaró que fue pura guasa, puro chisme, vil cotorreo y que todo marcha a todas margaritas.

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Fuera de lo bien que se lleven nuestros diputados, lo que sí está dando de qué hablar es que todavía no conforman las comisiones y el tiempo transcurre –tiempo que, insistimos, no tienen− y luego saber cuánto se llevarán en conformar la agenda y saber cuánto más en el presupuesto y así se agotarán los 20 meses que tienen, de modo que ya muchos comentan que es mero trámite el que llegaron a hacer.

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