¿Pinocho?

¿Pinocho?
De ningún modo, es el canshapito posando con una su mascarita de parachiquito

martes, 27 de septiembre de 2011

Salvar la Sierra no es bandera política


Zoé Robledo Aburto detalla los avances en el proyecto ambiental que prácticamente lo llevó a la diputación local por el Distrito XVII

Esta es la fatal advertencia: si la Sierra Madre de Chiapas se destruye al ritmo actual, la vida humana en el estado se hará imposible. No es exagerado: en 40 años el volumen de lluvias disminuyó en un 20 por ciento. En medio siglo el número de vertientes de agua se redujo a la mitad y su volumen en un 45 por ciento. De las 90 mil hectáreas que se pierden anualmente en el estado, 60 mil corresponden a la Selva y a la Sierra. En 60 años, las áreas boscosas se redujeron en un 50 por ciento y en algunos puntos ya han comenzado a aparecer áreas semidesérticas, como en la cuenca del Alto Grijalva, en Motozintla y Mazapa. Y ni hablar de la fauna, que ha desaparecido en más de la mitad de sus especies en este territorio.
La Sierra Madre es un macizo montañoso que comprende desde la frontera con Guatemala hasta los límites entre Chiapas y Oaxaca, y se extiende por gran parte de América Central. Es una región de inmensa riqueza biótica estratégica; para algunos, incluso, más importante que la propia Selva Lacandona. Su problema medular radica en que de ella se desconoce casi todo: la importancia de sus mantos acuíferos y sus vertientes, las condiciones topográficas del territorio —en pleno siglo XXI aún hay comunidades sin registro en los censos nacionales—, etcétera. Es este olvido lo que ha provocado en gran medida su deterioro ambiental y las catastróficas consecuencias que hoy padecemos (la destrucción del paso del huracán Stan tuvo mucho que ver con el desconocimiento de la influencia ambiental de esta región sobre otros puntos geográficos del estado y del exterior –las inundaciones en Tabasco como consecuencia-). Ante este panorama desolador, urge, sin duda, salvar la sierra. Conozcamos a continuación los avances del proyecto que impulsa Zoé Robledo Aburto:
Salvar la Sierra para que Chiapas viva es el ensayo de tu autoría que aborda la problemática medioambiental de la Sierra Madre de Chiapas; representó también la bandera que ondeaste durante la campaña política para obtener la diputación local por el Distrito XVII. El voto te favoreció y hoy eres no sólo integrante de la LXIV Legislatura sino el presidente de la Mesa Directiva del Poder. A casi un año de aquel triunfo, los esfuerzos de conservación siguen focalizados hacia la Selva Lacandona y, por el contrario, la Sierra prácticamente continúa en el olvido. El tiempo se acaba, tú lo adviertes. ¿Me puedes detallar qué avances presenta el proyecto?
—Fíjate que ese ensayo yo no lo escribí para ser diputado, lo escribí en 2007. Pero el tema de la sierra, efectivamente, tiene que ver con un asunto que pareciera casi publicitario. Tenemos que posicionar el asunto de su rescate y es en lo que yo he estado trabajando desde los diferentes medios de comunicación en que participo. Pero déjame decirte que estamos muy contentos porque uno de los grandes avances que vamos a tener para revertir la problemática en la Sierra Madre de Chiapas es la creación de un fondo concurrente (que en su momento lo vamos a dar a conocer de manera oficial). Se trata de una bolsa (de 100 mdp para todo el país) que abre la Comisión Nacional Forestal (Conafor) cada año, y nosotros logramos las gestiones necesarias para participar con varios proyectos en la presente emisión. En este momento ya fueron autorizados 16.5 mdp para la conservación de 2 mil 500 hectáreas en tres municipios específicos de la región: Motozintla, Siltepec y Mazapa. Esto involucra a 10 ejidos donde hay silvicultores que ya tienen una conciencia ambiental muy diferente a la que se tenía hace algunos años. En este fondo se involucran tanto la Conafor, el gobierno del estado –a través de la Secretaría del Medio Ambiente- y, muy importante, la CFE (con quien, se sabe, hemos tenido una relación complicada históricamente, pero con esta participación se empieza a ver un gesto de cambio de actitud, que hay que tomar en cuenta. Porque hay que recordar que desde 1957 la CFE tiene exclusividad en la explotación de los recursos del Grijalva y eso generó presiones en la explotación de otros recursos, principalmente en la Sierra: los recursos forestales). Este es el primer paso para que dentro de los próximos 10 años podamos completar el corredor serrano (que va desde La Sepultura, pasando por El Triunfo y hasta La Encrucijada).

Sistema predatorio
Además del olvido por parte de las autoridades e instituciones ambientales, la sierra padece la marginación de su gente que desarrolló al paso de los años un sistema económico predatorio: grandes quemas de terreno para la siembra de maíz y pastoreo; deforestación para el uso de leña y construcción de viviendas (que hasta 1990 constituía el 50 por ciento de los materiales de uso doméstico), y la caza y pesca sin freno. A esto hay que sumar la sobrepoblación debido al abandono gubernamental y la inmigración descontrolada proveniente de Centroamérica que se acentuó sobre la región serrana:
—Según tu ensayo se plantea una investigación inicial para conformar el proyecto documental "Los emires del aire y del agua", que en esencia busca vender a la federación y la comunidad internacional el agua y el aire que la Sierra Madre de Chiapas produce. Pero dicho así suena muy avaro. Deja replantearlo ambientalmente: Se propone convertir a la sierra en un espacio internacional para la regeneración del aire, del suelo y de las aguas. Hacer que miles de campesinos serranos sean prestadores de servicios de conservación y promover la inversión por parte de empresarios particulares. Pero habiendo ya programas gubernamentales como Redd+ o las UMAs, por ejemplo, ¿por qué no has gestionado su aplicación en la región, o por lo menos en tu distrito?
—En la tan necesaria búsqueda de voluntades recibimos el apoyo de una asociación de silvicultores de Motozintla, la cual hizo, y nosotros ahí los apoyamos, un estudio forestal único, que es lo que nos permitió participar en este fondo concurrente que te comento y obtenerlo. Este estudio, único en Chiapas lo puedo garantizar, permitió hacer el inventario de lo que se tiene en la sierra. Ese era el primer paso a dar. La otra parte donde hemos avanzado muchísimo es en las conversaciones con la productora Canana Films (propiedad de Diego Luna y Gael García) para producir un documental específico de la Sierra Madre, que pueda participar en festivales ambientales y atraer esos apoyos internacionales, tanto de organismos como empresas privadas, con quienes pudiéramos tener venta de bonos de carbono. Porque el gran asunto de la sierra es que no ha encontrado una vocación clara. Si bien hay zonas cafetaleras, que tienen una producción muy buena, hay otras zonas muy amplias que no tienen vocación, toda vez que la agricultura en terrenos tan accidentados se presenta complicada. Y en el caso del Redd+, en este momento, como tú sabes, está más vinculado a la Selva Lacandona. Así se acordó desde el principio. Como así se acordó, también, destinar a la selva los beneficios del memorándum de entendimiento entre los gobiernos de Chiapas, California y Acre, sobre combate al cambio climático y deforestación evitada. Concretamente para la sierra tenemos este fondo concurrente. Estas 2 mil 500 hectáreas son el primer paso. Nosotros estamos pretendiendo, en recuperación de suelos y en reforestación, afectar, respectivamente, 30 mil y 28 mil hectáreas.

El tiempo se acaba
El ensayo de Zoé Robledo Aburto advierte que si no se atiende a la sierra con medidas realmente impactantes a corto plazo en cuanto a descontrol ambiental y deforestación, casos como el de Stan, del que Chiapas aún no se recupera del todo, son sólo el preámbulo para lo que viene en los próximos 10 años. A estas alturas, también, parece inminente el derrumbe de por lo menos 30 cerros que aplastarán a múltiples poblados serranos debido al desplazamiento de materia orgánica (100 toneladas por hectárea), pérdida irreversible por el deterioro de la vegetación. Estos son sólo algunos de los escenarios de cataclismo que se plantean. Hay muchos más.
—Zoé, más de alguno sin duda se alarma ante tan sombrío panorama. Permíteme insistir, entonces, ante el reclamo de algunas voces disidentes de tu distrito, lamentablemente anónimas la mayoría: ¿No utilizaste este tan sentido tema sólo con fines políticos? Y de no ser así: ¿Aún se puede salvar la sierra para que Chiapas viva?
—Yo te destacaría un punto: Cuando hicimos campaña en toda la sierra, había voces que me decían que un tema ambiental no iba a tener resultados en materia electoral, porque la gente no es lo que quiere escuchar. Ellos quieren escuchar de su camino, del agua potable, y es cierto, porque esas necesidades existen, y hay que atenderlas, no las desestimo. Pero creo que este es el tema más global, porque tiene que ver con la vida misma de las personas y tiene que ver con su futuro. Es un asunto, como te decía, vocacional. El momento de decisión de la sierra es éste, de dedicarse a actividades que hace 20 años simplemente no existían. Ahora, en el caso de las críticas, bueno, forman parte de nuestra actividad y son muy buenas porque son las brújulas que nos van guiando en nuestras acciones, pero yo quiero decirle a los serranos que el proyecto de Salvar la Sierra para que Chiapas Viva nunca fue un proyecto de campaña. Es una causa de vida, que, más allá que la haya utilizado en su momento para convocar a los serranos a tener una nueva toma de decisiones, lo seguirá siendo en el momento en que deje de ser diputado, y por muchos años más.

Fotos: Jacob García.

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