El Canshape

 

Legislatura apremiada

La más breve legislatura local de tiempos contemporáneos enfrenta, por su propia naturaleza efímera, una dinámica apremiada desde su instalación. Aunque pareciera una contradicción, el tiempo excedido en sus primeros trabajos ha resuelto favorablemente los posteriores.

Las negociaciones inmediatas que debieron atender las instancias de gobierno interno del Congreso local resolvieron la integración del exagerado número de comisiones legislativas que se conformaron para darle sustento a su vida institucional.

Esta negociación dilatada que, por ejemplo, provocó inconvenientes en la capital tras la renuncia de Jaime Valls Esponda para asumir la rectoría de la Unach, finalmente ha servido para garantizar la buena marcha de los trabajos de estas comisiones especializadas. Era imposible darles gusto a todos los diputados que pretendían integrarse a las instancias de mayor relevancia, pero, al parecer, la conformación final se aproximó a la mejor negociación viable.

Inmediatamente después, la LXVII legislatura local se dio atención al IV Informe de Gobierno de Juan José Sabines Guerrero, que fue ocasión para que el PRI anunciara su condición de oposición responsable. El resto de los grupos parlamentarios, en mayor o menor medida, hicieron patente su alianza con el actual gobierno local, aunque los perredistas tuvieran menos que celebrar y los panistas más que encomiar por los recientes resultados electorales, federales y locales.

Con el fin de año encima, las instancias de gobierno de la cámara local dieron paso a la discusión del paquete fiscal antes que la glosa del informe. Nuevamente con los tiempos en contra los legisladores resolvieron favorablemente la tarea y por primera vez todos los grupos parlamentarios alabaron las bondades de un presupuesto enfocado al combate de la pobreza. De uno y de otro lado hubo palabras de reconocimiento al ejercicio de planeación presupuestal.

Llegó la glosa del informe, en la que se hallan actualmente inmersos los diputados locales. La de por sí acelerada dinámica del congreso se volvió una tarea diaria de muchas horas de sesión, para alegría de los ciudadanos que reclamamos desquiten sus abultados sueldos. Esto significa también que la mesa directiva, que preside el joven diputado panista Juan Jesús Aquino Calvo, como instancia de gobierno interno, se ha ocupado de garantizar la presencia de la totalidad de los 40 diputados en las múltiples comparecencias de la semana pasada y que continuarán durante la presente. Es evidente que la presidencia del congreso ha jugado un papel importante en mantener la cohesión del colectivo parlamentario. Eso no debe perderse de vista.

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Mientras escribo esto tiembla en Tuxtla, no intento siquiera salir a la calle para buscar lugar seguro, las fuerzas hacen falta. El sábado fue un día de exigentes compromisos sociales, primero fui a Suchiapa al cumpleaños de la abuelita de mi novia, comí pollo en cochito y tomé como 10 cerveza de cuartito. Bailé harto con la tía Marlene y finalmente a las ocho de la noche regresé a Tuxtla.

El amigo Alfonso Carbonell me invitó a acompañarlo por ser también día de su cumpleaños. Acudí al lugar indicado y pude ver en francachela a los amigos Enrique Alfaro, Miguel González Alonso, Ángel Mario Ksheratto, René Delios, Tina Rodríguez, Wlbester Alemán, entre otros familiares y amigos del festejado. Como saben los que los conocen, la mayoría disfruta cantar y lo hacen muy bien. En su momento me pidieron cantar también, así que ni tardo ni perezoso pedí Vamos a darnos tiempo, de Alejandro Jaen, que hiciera famosísima el entrañable José José. Deciden ir a otro lado y yo me despido.

Voy rumbo a Monte Real, al cumpleaños de mi amigo Luis Moguel, ahí además de trago hay taquiza, como con prisa, como si el mundo se fuera a acabar. Me quedo conviviendo como hasta las tres de la mañana. Regreso cansado a casa.

Así el fin de semana, de modo que aunque vuelva a temblar, no me moveré; al fin que nadie se muere en vísperas.

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