El Canshape

 

De mal periodismo y de cuentas claras

El Jefe Diego negó rotundamente haber sido liberado días antes de darse a conocer oficialmente a la opinión pública. En entrevista televisiva dijo que es perverso que algunos periodistas especulen a mansalva sobre un asunto tan delicado, en el que no sólo se afecta su imagen política sino se vulnera su integridad humana. Dijo que este tipo de personas, que bajo recursos como “fuentes oficiales” o “una fuente cercana” pretenden argüir lo que les plazca, no deben ejercer una tarea tan importante para la sociedad, tanto para informar como ayudar en la construcción de la democracia, como lo es el periodismo.

A algunos “periodistas” de Chiapas les viene requetebién el chaleco, porque es harto conocido que cuando pretenden hacer pedazos la imagen de político o funcionario, que no se puso de a pechito como pretendían, se le van a la yugular poniendo en boca del “pueblo” lo que su negro corazón les dicta. De modo que con ese viejo argot de “habitantes de este municipio que pidieron el anonimato por temor a represalias” dan rienda suelta a una interminable lista de acusaciones que por estar plagadas de adjetivos como “inepto”, “espurio”, “perdonavidas” rayan en lo ridículo y no tienen, desde luego, ningún peso periodístico. Este es el caso de las notas que se leen estos días en los distintos medios, donde desde la guillotina mediática ya califican como “la peor administración que ha tenido tal municipio” cuando apenas van 18 días de ejercicio. Estos “trabajos” no sólo hablan mal de quien los escribe, sino ofende el sentido común del respetable.

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La glosa del IV informe de gobierno continúa esta semana en el Congreso local y aunque hay muchas cosas que reconocer, también hay muchas que cuestionar, criticar, recomendar, apercibir para su pronta resolución, para abonar al mejor funcionamiento de cada rubro, para enriquecer el trabajo que se viene desempeñando, para que los legisladores sean la auténtica voz de sus representados y para que, por qué no decirlo, devenguen sus onerosos salarios.

En este sentido, al término de la comparecencia de cada funcionario, y luego de abrirse paso a través de un mar de glorificaciones por parte de la mayoría de los legisladores, queda la sensación de que algo hace falta, de que los cuestionamientos vertidos carecen de la intencionalidad crítica necesaria. Al respecto le pregunté a la diputada Arely Madrid Tovilla, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, a qué se debe esta ausencia de crítica, y dijo:

“No creo que haya ausencia de crítica. Es más, yo misma he hablado. Lo que pasa que para ser críticos, para hacer preguntas, no se necesita ser golpeador. La elegancia es uno de los mejores elementos que distingue a un político. Uno puede criticar e incluso exigir con mucha elegancia, con mucha propiedad. No hay necesidad de golpear a nadie. Reconozco, claro, que habrá preguntas que no tienen la fuerza ni la crítica necesaria, pero hay otras que sí. Yo creo que, a veces, se esperaría que uno, como diputado, se le fuera encima a determinado funcionario, pero somos civilizados y la cordialidad debe prevalecer ante todo.”

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Cuántas veces hemos escuchado que en los ayuntamientos la falsificación de firma de funcionarios es un recurso muy utilizado por parte de los ediles para cuadrar cuentas, para desviar recursos o para meter en problemas a cuantos no sean del agrado del patrón. Por eso es de vital importancia que se reconozcan y validen las firmas que se utilizarán para cualquier movimiento, de ser posible buscar los mecanismos necesarios, poner candados, para garantizar el correcto uso de los recursos públicos. Por eso, y en virtud de la transparencia, la presidenta de la Comisión de Hacienda del Congreso del estado, Rosario Pariente Gavito, encabezó el proceso de reconocimiento de firmas del Yassir Vázquez Hernández, como presidente municipal de Tuxtla, además del síndico, regidores, secretario general, tesorero y secretario de obras públicas, para dar legalidad a la entrega de la cuenta pública de la actual administración.

*El Canshape es un sitio encantado de Tuxtla Chico.

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