Quisiera regalarte palabras
como rosas,
para agradecer
que me salvaras de la soledad, del olvido.
Cambiarles agua
de primavera a primavera:
no se secarán en verano
no perderán hojas en otoño
no las quemará el invierno.
Quisiera…
Mis promesas son rosas
y mueren apenas nacen.
Son estaciones efímeras,
flores instantáneas,
ramos cortados de tajo
que adornan la pasión del instante.
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