¿Pinocho?

¿Pinocho?
De ningún modo, es el canshapito posando con una su mascarita de parachiquito

domingo, 7 de febrero de 2010

Prensa que no informa


Con la inmediatez de la Internet, y las innumerables virtudes de las redes sociales, de los medios electrónicos, de la telefonía celular, la prensa se enfrenta a la pérdida continua de lectores. No obstante, no soy pesimista, no creo que los periódicos, las revistas y demás publicaciones desaparezcan, porque la lectura virtual no es tan agradable e íntima como la impresa. Pero hay una gran desventaja: lo que en la mañana es noticia, para la tarde ya no; de modo que los diarios publican hechos que han cambiado drásticamente desde que ocurrieron, leemos por la mañana titulares que ya no nos asombran, información desfasada que poca utilidad tiene. Desde luego, se puede argumentar a favor que hay un grueso de la población que no tiene acceso a web y demás medios inmediatos, y que encuentran en los periódicos su única fuente de información; lo cierto es que cada vez son menos. Creo que la prensa ya no debe apostarle a la noticias porque en eso tiene desventaja, debe cambiar de ruta, contar historias, explicar cosas, investigar, generar conocimiento; ofertar productos periodísticos atractivos por la forma y contenido. Que la prensa sea el medio que proporcione los datos extras, que complemente las noticias, que contenga lo que los demás medios no pueden por su propia condición inmediata: la originalidad, la amenidad; porque sólo de esa manera se puede constituir en un auténtico documento de consulta.

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