¿Pinocho?

¿Pinocho?
De ningún modo, es el canshapito posando con una su mascarita de parachiquito

miércoles, 3 de febrero de 2010

Corazonada


Ya pasó un mes de este año y sigo igual que en el último del pasado. Me entusiasmo con ideas nuevas que papalotean en el auditorio con eco que es mi cabeza y siguen sin echarse si quiera una “cascarita”. No pierdo el tiempo, eso creo, porque disfruto cada segundo en el que descanso, voy al cine, leo, bebo trago. Hasta el momento no me arrepiento salvo cuando gasto más de la cuenta, pero aún no me meto en problemas por ello.

Uno puede pasar días planeando cosas, y puede dejar pasar el plazo establecido muchas veces, pero me consuelo pensando que hay personas que de vez en cuando sólo tienen una idea y también la dejan pasar. Claro, hay quienes piensan y actúan, no le dan muchas vueltas al asunto, y triunfan. No todos son así.

Me parece que soy de los que tienen ideas con cierta regularidad, las pienso a detalle, me imagino cosas, se me acumulan, y por alguna extraña razón que aún no descifro me distraigo y me dedico a otras cosas. Después de un tiempo vuelvo, y del marranito donde ahorro las ocurrencias tomó una o dos y las echo a andar. No he tenido más éxito que cuando eso sucede. Pero debo reconocer que no es mecánico, hay cierta corazonada.

Ahora estoy en uno de esos momentos apuntalados por el corazón, mi ritmo cardiaco aumenta en lo que escribo. Es tiempo de hacer otra de esas cosas buenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario