¿Pinocho?

¿Pinocho?
De ningún modo, es el canshapito posando con una su mascarita de parachiquito

miércoles, 16 de marzo de 2011

El Canshape



Volver a empezar… de a poquito

Hace unos días fue presentada en Tuxtla Gutiérrez la segunda edición del libro Volver a empezar de Manuel Espino. Al parecer la primera se agotó en poco tiempo, de ahí que ya se le considere un Best Seller. Quienes acudieron a cubrir la nota pudieron obtener el ejemplar porque fue obsequiado a los representante de los medios (nee, hija, regalado cualquiera tiene un su Best Seller, me susurra envidioso un diablillo en mi hombro izquierdo), pero pocos, si no es que nadie, realizaron reseña alguna de la obra.
El compañero reportero que cubrió el evento (sí, evento, puritanos del lenguaje, ya que la RAE en su tercera acepción indica: “m. Cuba, El Salv., Méx., Perú, Ur. y Ven. Suceso importante y programado, de índole social, académico, artístico o deportivo”. No sólo se refiere a eventualidades, viste), llegó con el libro a la redacción.
−¿Te lo dedicó? le pregunté con interés honesto, porque creo que la oportunidad de estar cerca del autor del libro que sea siempre es fortuita. Y en lo particular un libro dedicado provoca, pienso, el mismo placer que siente un coleccionista.
−No, para qué, no soy su admirador. Es más, lo voy a regalar.
Así fue como llegó a mis manos este compendio de Ideas con visión de Estado y del que hoy quiero comentar un poco. Para fortuna del que lee esta columna encantada, me topé con la entrevista que el periodista Pepe Figueroa le realizó al recién expulsado panista y que se encuentra en texto y video en el Buró Regional de Comunicación (www.bureco.com.mx), de este modo podremos comentar algunos aspectos del libro y que sea la propia voz del autor la que enriquezca lo dicho.
Volver a empezar es una tesis política que se sustenta en el humanismo cristiano. No es de extrañar pues que un ideólogo conservador, surgido del blanquiazul, tome como eje rector esta doctrina: “[…] este es un libro que yo escribí para los políticos de América Latina. No habla ni de México y menos del PAN. Es una tesis de cómo debe ser la política y cómo hacer la práctica política. Este pensamiento inspiró la creación en México de un movimiento nacional que pretende en última instancia evitar el fracaso de la transición hacia la democracia en el que nos vimos inmersos los mexicanos por décadas”.
Dividido en cinco capítulos: I.- Injusticia social, saldo de la decadencia política. II.- Principios y valores del humanismo cristiano. III.- Dimensión ética de la conducta política. IV.- Banderas de la democracia cristiana. V.- Perfil del jefe político democristiano, Espino intenta poner el dedo en la llaga de los yerros históricos de la clase política de ayer y hoy y los llama a una práctica más humanizada del ejercicio del poder; coloca al centro de todo debate y acción política el bienestar del hombre como fin último; enumera una serie de pautas morales y éticas con las que debe conducirse el ser llamado a la política; fundamenta la democracia en la familia y el derecho a la vida desde la concepción misma y, finalmente, decanta al humanista idóneo que debe dirigir en la luz del nuevo siglo.

Pongosh
Para Manuel Espino, de acuerdo a la entrevista de Figueroa, las alianzas electorales que busca el PAN y que en estos momentos están en discusión no son “impúdicas, perversas o bastardas” como se le ha llamado, simplemente son equivocadas porque su objetivo no es otro que la mera búsqueda de espacios de poder, son electoreras, pragmáticas, sin sustento social, arregladas en las cúpulas y sin la demanda ciudadana. “El discurso ha sido quitar al que está para poner a otro, esas alianzas no han pasado a ser más que una mezcla poco entendible de siglas partidarias, una promiscuidad ideológica que no tiene por delante un proyecto ciudadano.” Sobre la posible candidatura ciudadana panista que sugirió el Presidente Calderón y que descarta a los 10 presidenciables que presume Gustavo Madero, Manuel opinó que es un error de acuerdos entre los actores del partido que termina por confundir al electorado: “Yo creo que efectivamente hay muchas personas en el PAN que podrían asumir la candidatura presidencial, pero también creo que es muy importante que el PAN no abandone la tesis histórica de que los partidos deben de ejercer de manera autónoma su responsabilidad política y que el partido que está en la tarea de gobierno, como es en este caso el PAN, no tiene que estar subordinado al gobierno y que el que gobierna se debe dedicar a eso y no a dirigir un partido político o a imponerle su criterio”. Dijo que metidas de pata como ésta las comete seguido el presidente: “muchas veces tuve que recomponerlas (cuando Espino era dirigente nacional) para lograr que ganara. Felipe Calderón no ganó solo, lo hicimos ganar los panistas de todo el país…
Recuerde que El Canshape es un sitio encantado de Tuxtla Chico

Contacto:
roraquiar@hotmail.com
961 111 58 69

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