¿Pinocho?

¿Pinocho?
De ningún modo, es el canshapito posando con una su mascarita de parachiquito

viernes, 13 de mayo de 2011

El Canshape


 
Curioso boletín de Icoso

Muy curioso resulta el boletín de prensa de Icoso publicado en los diversos diarios del estado el miércoles 11 de mayo, porque más que un comunicado parece un artículo de opinión en el que sin firma una voz en primera persona aborda las diversas inconformidades recibidas por el fallido proceso de reconstrucción tras el paso del huracán Stan.
Para quien no tenga el contexto informativo adecuado (los periodistas seguro saben desde antes de quién se trata, pero bueno, este comentario es para el lector promedio) la lectura del mismo puede ser un poco confusa y sólo a partir del desmenuzamiento de los numerosos párrafos se puede ir descubriendo que quien lo escribe es un empleado de gobierno: “No me toca a mí evaluar el porcentaje de avance en otros rubros, solamente el de vivienda”.
Para estas alturas el lector ya sabe que vendrá un cuidadoso recuento de las malas obras y las ni siquiera obras que se realizaron posteriores al fenómeno natural, pero sólo hasta el penúltimo párrafo se sabe con certeza quién emite estas declaraciones tan puntuales, porque a los empleados del Instituto de Comunicación Social (seguramente un novato) se les ocurrió pasar de súbito de la primera a la tercera persona sin ninguna justificación y se lee (el paréntesis es mío): “Que nadie se llame a engaño, Miguel Ángel Vargas (Blanco, les faltó, director de la Promotora de Vivienda Chiapas) recordó…” Ah, entonces, todo lo anterior, sin comillas ni cursivas ni acotaciones era de este funcionario, haberlo dicho antes, o quizá fue mejor así, quizá quien realizó el boletín no sea un novato después de todo, sino un literato, un escritor, que mantuvo a la expectativa al lector, que sostuvo la tensión narrativa hasta el final. Me quito el sombrero, entonces.
Pero ya siendo serios (dixit Federico Arreola) y hablando del contenido del escrito, un párrafo resalta, en el que por única ocasión se dice santo y seña del villano de este cuento, se alude a su dubitativa formación académica y a su problema de miopía, y se le apunta directo a la yugular (sin cifras ni declaraciones de terceros):
“En lo que va de la administración hemos tenido contingencias y lluvias más intensas que con el Stan, como en el 2010, pero en todas ellas se ha actuado con responsabilidad, sensibilidad social y eficacia; preferimos tener a la gente un año ocho meses en un albergue, como el de Ostuacán y hoy disfrutan de la Ciudad Rural Juan del Grijalva, modelo que hoy se replica en el estado de Puebla, transparente, con cuentas claras y soluciones duraderas, esa es la diferencia entre un estadista y un gobernante sin preparación ni altura de miras como lo fue Pablo Salazar Mendiguchía.”


Pongosh
Respuesta: En la pasada entrega concluimos el comentario general de esta columna, en la que hicimos un rápido esbozo de la fundación del Partido de la Revolución Democrática, con estas preguntas al aire: “Hoy, a 22 años de distancia, preguntamos dónde están esos hombres de ideales, quién los acalló y los borró del mapa, cuándo surgirán otros… Hoy el PRD no es siquiera la posibilidad de lo que pudo ser... menos en Chiapas”. En respuesta me escribe nada menos que el primer presidente del Comité Estatal del PRD en Chiapas, Jorge Moscoso Pedrero: “Rodrigo Ramón, te envío un cordial saludo y me da gusto comentes mi libro. Esteban, Jack y yo nos seguimos reuniendo y hemos estado planteando la posibilidad de rescatar el PRD en Chiapas, hoy secuestrado por el grupo en el poder, encabezados por José Ángel Córdova. Por mi parte sigo activo, pero, como la mayoría de los fundadores en el estado, fuera de nuestra propia casa. Es verdad que no pudimos o no supimos dar continuidad a un proyecto y que se perdió el rumbo, pero igual ha sucedido con el movimiento magisterial en el estado, el movimiento indígena y campesino y la lucha política electoral. No hemos hecho el balance pero es posible que los gobiernos de Pablo y Juan en su afán de establecer un control social y político destruyeron y cooptaron las fuerzas democráticas, corrompieron los dirigentes, eliminaron la libertad de expresión y utilizaron al PRD y otros partidos para sus propios intereses. Sin embargo, a lo largo y ancho de nuestro estado y del país, hay miles y millones que seguimos soñando en que un México mejor es posible// Recomendación: Hoy no se puede perder en punto de las ocho de la noche en el Shivä café, ubicado en la 7ª Poniente entre Avenida Central y 1ª Norte #110, la presentación de miedo (viernes 13), “Sexos, güiri güiri y videos”, del poeta Luis Daniel Pulido (Chincho) y del ilustrador Juventino Sánchez Vera (Save), desde luego que el libro Intencionalmente náufrago del vate del rock estará a la venta. No falte// Poesía: El albatros: Por divertirse suelen entre los tripulantes/ cazar a los albatros, vastas aves marinas/ que siguen, indolentes compañeros de viaje/ al undoso navío sobre amargas vorágines/ Apenas los arrojan sobre la superficie/ esos reyes del cielo, humillados y torpes/ permiten lastimosas sus grandes alas blancas/ como inútiles remos yacer a sus costados/ Ese viajero alado: ¡desmañado, entregado!/ Hace poco tan bello: ahora cómico y feo/ Uno quema su pico con su pequeña pipa/ y otro, imita el rengueo del que antes volara/ El Poeta es igual a este rey de las nubes/ que arremete borrascas, que se ríe del arquero/ Exiliado en el suelo, rodeado del tumulto/ paralizado déjanlo sus gigantescas alas (Charles Baudelaire)// Recuerde: El Canshape es un sitio encantado de Tuxtla Chico//

Contacto:
roraquiar@hotmail.com
961 111 58 69
http://www.elcanshape.blogspot.com/

Fiero su modo, pero qué talento

Foto: Fernando Villafuerte.
Es 1967. El lugar: una escuela de monjas en Zamora, Michoacán. La situación: las madres ofrecen palabras de aliento a sus hijos adolescentes, previo a que representen la obra Los árboles mueren de pie (del dramaturgo español Alejandro Casona). La mamá de Arcadio Acevedo, católica de cepa, ajena a las tradiciones amorosas, profiere las palabras que tendrán resonancia vitalicia: "¡Me avergüenzo de mi segundo vástago por el rimero de leperadas que escribe —se refiere a El postigo, su rabioso debut como escritor— y por ser un acólito del regenteador de las tinieblas!"

Arcadio Acevedo Martínez nació en Zamora, en 1948. Un lugar que puede ser considerado “el San Cristóbal de Las Casas, de Michoacán”, habitado por gente que se siente “culta, guardianes de la fe y de los buenos modos”.
Fundada por un gran número de españoles, la conciencia de abolengo y apellido es parte inherente de la atmósfera del lugar, “podías no tener dinero, pero si tenías buen apellido eso te daba como el derecho a discriminar y menospreciar a los demás”.
Llegado al mundo en el seno de una familia “ultraconservadora” y proletaria, los días de Arcadio no podían transcurrir sin la puntual asistencia a misa a muy temprana hora por la mañana y el hondo vacío en los bolsillos debido a la falta de dinero.
Mientras cursaba la primaria en una escuela privada que le pagaba su abuelo —ranchero, exitoso económicamente, él sí— le llegó la invitación de continuar sus estudios en el Seminario, a lo que no quiso negarse tras ser seducido por fotografías que mostraban enormes edificios barrocos, albercas, canchas de basquetbol y “toda la cosa”.
Al terminar la primaria viajó a la ciudad de Puebla e ingresó al Seminario donde estudió la secundaria y preparatoria juntas. “Le llamaban Humanidades a ese periodo y en él estudié las bases del latín y el griego para poder traducirlo con facilidad. Jamás tuve la vocación de clérigo, la idea era salir de mi pueblo”.
Regresa a Zamora y se ve obligado a repetir el nivel medio superior porque la formación religiosa no se la avalaron oficialmente y, como perseguido por un fantasma, la nueva escuela era dirigida, también, por mujeres consagradas a la iglesia.
Al concluir, ahora sí, la preparatoria, se casa. Bueno, lo casan, porque “se comió la torta antes del recreo”. Fue un matrimonio tan feliz —él 17, ella 16— que a los 11 meses terminó. Le pegó duro: "ya sabía que me iba a morir, porque no concebía la vida sin la mujer que amaba”. Así estuvo algunos meses.
Al poco tiempo, y por casualidad, acompañó a León, Guanajuato, a un amigo que buscaba trabajo en la radiodifusora XELG, pero fue rechazado. “Esa gente era muy exigente porque, digamos, era como la pequeña XEW del Bajío (10 mil watts, se escucha por todas partes). Lo intenté y yo sí me quedé. Ahí estuve año y medio”.
En ese tiempo conoció a una modelo de motos, “hermosísima mujer, blanca, pelo castaño, ¡n’hombre!”. Ella le dijo “bueno, sí me voy contigo, pero no aquí ni cerca de aquí porque en el Bajío casi todos son persignados”.
En la elección de su destino eliminaron las capitales de alrededor y el resto lo echaron al interior de un envase de coca y lo dejaron a la suerte, la tercera en salir sería, “¡puta, Tuxtla Gutiérrez, cuándo en la vida!” Ya en la terminal, la suegra le dijo a su retoño: "mi’jita, cuídate mucho, en Chiapas puro indio hay y son bien malos”, y emprendieron el viaje que tendría una duración de 36 horas debido a varias dificultades. Arcadio ya no dejaría a la indiada.

Entre madrazos y colores
Arcadio Acevedo es locutor (voz franca, grave, transparente), periodista (columnista, gran entrevistador), monero (Premio Chiapas de Caricatura 1986), pintor (famoso por sus quijotes y zapatas), modesto (al grado de rechazar lo anterior).
Autor de El postigo (narrativa), Las bolitas (caricatura), Rimero de plumas. Crónica intermitente de un constante desamor (colectivo), Romeo Anaya, guerrero auténtiKO (biografía), El matador, vida y milagros (entrevista), Pablo, a ras de cancha (entrevista), estos últimos de la serie Los hijos de la gran Tuchtlán, e ilustrador de la Agenda de la Rial Academia de la Lengua Frailescana (2006, 2007 y 2008).
Hombre que se asume dependiente de las personas y de mal carácter; amigo que prefiere madrearse con sus pocos cuncas a la hipocresía; humano apartado de la gente, pero no solitario; rostro serio, jamás solemne: Arcadio.
Acepta la entrevista aunque reconoce que no le gustan. Promete esperarnos en su vivienda ubicada en la 2ª Poniente, entre 5ª y 6ª Norte, a medio día. No da número de casa ni descripción de fachada, pero gozamos de la certeza de ubicarla sin problema en cuanto estemos ahí (la referencia es incuestionable: enfrente de una cantina y al lado de una cantina). En efecto, la encontramos.
Al llegar, el anfitrión se despide de un par de amigos que lo acompañan, nos cruzamos con los que salen. Lo recorremos con rapidez: cabello negro que pierde la batalla contra el blanco, bien peinado, cara afeitada, limpia, a excepción de un grueso bigote castaño que se amalgama a la nariz, ojos saltones color verde (no tiene el habitual polarizado de sus gafas negras), estatura media, delgado aunque barrigón, camisa larga a cuadros recogida sobre los brazos, jeans y zapatos negros opacos. Se ve joven, él insiste en lo contrario.
Su vivienda es pequeña y acogedora, con lo indispensable. Las paredes están pintadas de melón y el piso es amarillo. Como adorno tiene pinturas, algunas en marcos, otras sobre la pared misma, murales. Sentado sobre una silla roja, que hace juego con una mesa pequeña de madera en medio de la sala, me pide que me siente. Se escucha de fondo música clásica, hace calor bajo este techo cercano. “Bueno, comencemos”, me dice.
—Arcadio, disculpa este inicio tan elemental, pero tienes fama de buen caricaturista, uno de los mejores de Chiapas, se dice, ¿cómo te inicias en esta actividad?
—Bueno, cierta ocasión estábamos bebiendo trago con Valdemar Rojas, presidente municipal en aquel tiempo de Tuxtla, Augusto Solórzano, Pepe Villanueva y Paco Romero, que era tesorero. El caso es que don Pancho Núñez le pegaba mucho a Valdemar, decía "faltan tantos días para que se termine la pesadilla panista".  Yo no lo conocía; de hecho, no conocía casi a ningún periodista, mi medio era la radio. Yo le estaba haciendo un dibujo a Solórzano y en eso Valdemar me preguntó si dibujaba, le dije que sí; entonces, me pidió que le dibujara una caricatura en contra de El Sol de Chiapas y me pagó 3 mil pesos. Después Pepe Figueroa me dijo “haz caricatura” y comencé en El Heraldo de Chiapas haciendo un perrito, inicialmente era normal, después se fue parando hasta estar en dos patas y siempre andaba en el pomo el chucho ese.
—¿Cuándo descubriste ese talento?
—El gusto por dibujar lo tuve siempre, pero no me dediqué a eso. Ya me vine a dedicar a esto cuando me mandaron al diablo del programa de radio que tenía (Pura cuerda), al ocurrírseme en buena onda criticar a Pablo Salazar cuando era candidato, y ya cuando tomó posesión volé. De ahí ya de perro, pues, y ¿ahora qué hago? Entonces, por necesidad, alguien se me acercó y me dijo “oye, yo sé que tú dibujas”, pues más o menos, le dije, “porqué no me haces un Zapata”, y así empecé, hace como seis años. Por eso cuando me preguntan les digo que yo no soy pintor, porque no me considero un pintor, igualmente boxee antes y no soy un boxeador, era un asunto muy elemental.
—¿Cómo está eso de que boxeaste?
—En primer lugar siempre fui fanático de los boxeadores; de hecho, el libro de Romeo es porque ahí platicando con los cuates les conté la vida y milagros de Romeo Anaya y de los grandes campeones de aquella época. Luego porque en Navidad el dueño de una tienda, al que le decíamos "Chucho, el vaquero", organizaba torneos navideños y pues te la rifabas. A veces el premio era una caja con unas galletas, pero no importaba, el asunto era que se madreara uno ahí y que te lo ganaras. Y yo me lo ganaba invariablemente, aunque no fuéramos del mismo peso, pues siempre fui muy flaco. Ahora ya estoy gordo por viejo, pero siempre me llevé a los otros.
—Respecto al periodismo, ¿desde cuándo te involucras y qué apreciación se merece el que se hace en Chiapas?
—En 1966 escribí por vez primera en un periódico. Y, bueno, la apreciación que se merece el de Chiapas es la que se merece prácticamente el de todo el país, pues, imagínate, en un país que no lee, en un estado que lee menos, es muy difícil que el periódico viva de sus lectores; entonces se establece la dependencia de gobierno, es un asunto muy maquiavélico en el que es difícil tomar una posición: si se golpea no hay lana, si no hay lana no hay periódico, si no hay periódico no hay fuente de ingresos, es delicado.
—¿Y el aspecto cultural? No puedes negar que eres un creador.
—Yo nunca he pretendido inmiscuirme. Es más, te soy franco, no me gusta el ambiente cultural, sigo creyendo que independientemente del talento que tenga el aspirante, o no, se manejan como pequeñas familias, donde nadie tiene entrada, sólo ellos, y cuando se trabaja así se pierde el rigor. Hay mucha gente que publica o publicamos y nos sentimos poetas o narradores, pero no todos.
—¿A diario pintas?
—Diario lo hago, diario pinto porque soy un tipo hiperactivo, escribo algo, lo dejo, pinto, regreso. Siempre escribo y, sobre todo, siempre pinto porque es lo que me está dando de comer; o sea, ya no tengo ningún otro ingreso más que esto.
—¿Qué experimentas al pintar?
—Es como escribir que te vas a acostar debajo de un árbol y que la sombra está a todo dar y te permite contemplar lo que sea; porque el hecho de la contemplación te hace pensar, según yo, más lúcida y más profundamente, entonces esto se me hace sedante, pintar. Además la sorpresa de nuevos colores que ni tú sabes cómo le hiciste, para uno que no es pintor es un descubrimiento diario y te dices "ah, chingao, y esto cómo salió".  Es como los oasis que tiene uno. Yo soy de carácter muy fuerte, soy muy nervioso y acelerado, entonces esto es como el lastre que me sirve para detenerme tantito y no hacerlo todo tan visceral y aceleradamente.

Vivir es bello, pese a todos los pesares
Arcadio Acevedo es un hombre que toma la vida como se va presentando, no espera sufrirla, no espera disfrutarla, la toma, y en ese tomar a veces se presenta dulce amante y, otras, mujer celosa. Platicar con él no es una suerte de diálogo elaborado, ni siquiera una lenta respuesta en busca de las palabras correctas; de su boca brotan sapos y serpientes o, cayendo en el extremo, flores perfumadas.
Continuamos en su casa, el calor es inclemente. Bajo la mirada fija de zapatas azules y ojos enormes de personajes diversos nos cuenta que ha sido una gran sorpresa el vertiginoso éxito de sus pinturas. Continúa incrédulo:
“Ni yo me la creo, pues, vivir de esto. Al principio era lo clásico, te ven de perro y '¿oye, cuánto?', 500, 'traigo 200', viene; a veces sólo para recuperar lo del marco. Ahora no, la quincena pasada vendí toda la colección de ilustraciones que hice para un libro, un total de 16; un Quijote por aquí, un Cristo por allá, '¿cuánto?', tanto; en fin, estoy muy contento, no hay mal que por bien no venga.”
En sus pinturas tiende a hacer personajes de ojos grandes. Algunos estudios psicológicos indican que el que hace ojos grandes en sus dibujos tiene problemas con su madre. “Mi mamá me acomplejó, yo pienso que a eso obedece. Cuando la hacía enojar me decía 'ojos de sapo', 'ojos de buey', porque los tengo saltones. Me acomplejó porque luego yo usaba lentes oscuros, ¡pero oscuros!, que me los tenía que levantar porque no miraba en la noche, me tapaban todo. Entonces, yo supongo, que como desquite pongo ojones”.
Seguimos la charla:
—Tu blog en Internet ¿por qué se llama Los Bolonautas?
—El término no es mío, es uno que usaba René Delios para sí mismo, entonces se supone que los que somos bolos viajamos a través del alcohol, por eso somos bolonautas; es la gente que con el alcohol no sólo se emborracha sino llega a cosas creativas.
—¿Cómo explicas que al tener carácter fuerte gozas, también, de un excelente sentido del humor?
—Yo supongo que así como la naturaleza dota a cada especie de pros y contras, así es con uno: “te di mal carácter, pues te doy sentido del humor”. Yo no soy solemne, no me gusta lo solemne, yo he expuesto pinturas y caricaturas en la cantina; creo que la mejor filosofía sobre la vida es no tomarse a uno demasiado enserio.
—Parafraseando tu breve auto-semblanza que se encuentra en tu blog y en tus libelos, ¿es verdad que has decidido beber el resto de tu existencia con la gratitud y el ánimo a toda asta?
—No. Soy buen borracho. Lo que pasa es que yo mismo me cotorreo con el trago. Te puedo asegurar que a quien le preguntes nadie me ha visto rebotando, tantito me siento bolo y huye conejo.
—Sobre las relaciones humanas, Arcadio, ¿cuál es tu concepto de amistad?
—Mira, hablando de la amistad, yo tengo una experiencia que creo que me marcó, de hecho a veces me conflictúa. Mi mamá es una persona muy dura, viuda desde los 38 años, con 11 hijos, imagínate, de modo que la primera crítica de ella era, precisamente, con sus hijos. Para ponerte un ejemplo te diré que si uno tenía novia y se la llevaba a presentar, luego luego le preguntaba “¿Ya lo conoces bien? Es un huevón y tiene un carácter de la chingada”, entonces, evitábamos ya preguntarle a nadie y a mí me sucede eso con los demás.
“Alguien por ahí decía que la sinceridad no consiste en decir todo lo que se piensa, sino en no decir lo contrario de lo que se piensa. Entonces, a veces digo que quizá debo actuar así. No me puedo guardar las cosas, me siento hipócrita si no digo lo que estoy pensando, 'oye, qué te parece', no me gusta, y es ahí cuando me pregunto porqué tengo que decirlo todo tan encueradamente.
"Tengo pocos amigos, muchos conocidos —en la bolera ya sabes que se conoce a mucha gente—, pero pocos amigos, y es precisamente en la aceptación esa de que nos permitimos decir lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Uno de ellos es el escultor Robertoni Gómez, con él nos hemos agarrado a madrazos muchas veces, pero conservamos la amistad. Una amistad que no te permite opinar o disentir de lo que piensa tu amigo no es amistad, ¿de qué se trata? Eso que lo haga tu mujer, ahí no tiene uno defensa, jeje."
—La relación con tu familia...
—La veo muy poco, pues ellos viven lejos, el único que vive aquí es Carlos, al que invité a venir, que también es periodista y es muy talentoso, me gustaría escribir como él. Todos los demás estamos regados, hace 12 años que no veo a mis hermanos, tenemos contacto a través de la Internet, me escriben, me mandan fotos actuales. Hay poca cercanía física, que para mí, así como es mi carácter, es preferible. Sé, de alguna manera, que padecen cómo yo soy, porque ellos no comulgan con mi manera de ser, siempre me andan diciendo "te vas a condenar", bueno, "te vas a ir al infierno", es probable. Entonces, ni me padecen ni yo me siento incómodo tratando de aparentar lo que no soy. Yo escogí mi manera de vivir, ¡mira cómo vivo!, con que me alcance y con mandarle dinero a mis hijos estoy bien...
—¿Hijos?, ¿cuántos son?
—Tengo seis hijos. Tengo dos del primer matrimonio, con los que hablo como si fueran mis hermanos, nunca los sentí como hijos, nunca viví con ellos; de hecho, uno nació cuando ya estábamos separados con su mamá. Los otros son tuxtlecos y viven en Oaxaca.
—¿Qué tal tú y las mujeres?
—Es lo que más me ha gustado, el mundo no se imagina sin ellas, todo las tiene como punto objetivo final. Pero al ser yo de una escuela de machos, por razones elementales ni las disfruté como debí y, por supuesto, las hice padecer. En serio, un tipo posesivo que cree —eso es lo peor, que lo crees, porque si fuera por perverso qué bueno, para que se te quite lo pendejo— que si una mujer vive contigo y te quiere no necesita nada más, como si fuera un objeto en la casa, esa es la verdad, ¿no? Luego me arrepentí por lo que pasó, ya para qué. Lo que me salva un poquito, y no debería decirlo, es el hecho de que con todas las mujeres que he vivido seguimos siendo amigos; entonces, no fui tan de al tiro, supongo.
—¿Y la soledad...?
—Ahora la disfruto. La única sombrita que se atraviesa es que como ya estoy viejo escucho "ya peló fulano"; o sea, el temor de un infarto o una caída y que no haya quien te atienda, es lo único que me ensombrece. Me gusta estar solo, siempre fui solitario. De chavo buscaba los cafés más apartados para hacer mis mariguanadas; en mi casa si no había un cuarto donde pudiera estar solo lo construía de cartón en la azotea, siempre me gustó estar aparte, no solo, aparte. A veces tengo alguna relación con amigas —la que acaba de salir es gran amiga mía— y aquí nos emborrachamos o pisamos, no hay problema, pero ya no compartiría mi espacio, porque pintar y escribir es una labor de solitarios.
—Haciendo un vil saqueo a tu auto-semblanza, ¿en verdad crees que aún no terminas de desempacar y ya tienes que despedirte?
—Eso nos pasa a todos. Te platicaba cuando mi primer noviazgo, me caso y me mandan al diablo, yo me moría, no concebía la vida sin esa mujer; luego la volví a ver y dije "uta, no era pa´ tanto, carnal", y está uno joven, cuando uno está ruquito hasta una rana es buena, ¿no? Hablábamos de las compensaciones de la naturaleza: cuando uno está joven no tiene experiencia y cuando tienes experiencia ya estás ruco y es cuando empiezas a apreciar la vida. Es cierto, cuando ya tienes que irte es cuando habías entendido cómo está este asunto y qué bello es vivir, pese a todos los pesares.

De El postigo, Capítulo XI:
—Eres agresivo al hablar. Eres amargo, nauseabundo y áspero escribiendo. Tu remedo de vida es una majadería. Y tu "oración"... esputo ácido con hábitos de franciscano. A nadie convences clavándole el puñal en la barriga.
Dicaroa me despierta, echado junto a la pata de la cama. Continúa:
—Te escurre el rencor por las orejas, largas puñetazos, patadas sin importarte a quién derribas. Esta ciudad, muy a tu pesar, es tuya, convéncete. Es mía la ciudad, es nuestra. Ellos somos nosotros en la conjugación del pueblo. Nosotros somos ellos. En esta ciudad naciste y si quieres morir aquí has de hacerlo. En tierra ajena, grábatelo, nunca podrás descansar a muerte suelta...

Dicaroa (el perro) tenía razón, en tierra ajena jamás se podrá descansar a muerte suelta… Sin embargo, desde hace mucho, Chiapas no es ajena para Arcadio ni Arcadio ajeno para Chiapas.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Mayo de 2008

miércoles, 11 de mayo de 2011

El Canshape

Un sueño que se durmió

Al conmemorarse el 22 aniversario del Partido de la Revolución Democrática (05 de mayo) habría que recordar por qué fue fundado y en qué se ha convertido. La pasada entrega dijimos que ningún valor moral ni emotivo pudo tener el discurso de ocasión de quien hoy es delegado nacional del sol azteca en Chiapas, el priísta José Ángel Córdoba Toledo, y que haríamos un breve esbozo de quienes sí tenían razones para celebrar o para sentirse avergonzados. Helo aquí:
A partir de la lectura del libro Sembradores de sueños (Almaqui editores, México, 2010), de Jorge Moscoso Pedrero, tengo claras algunas paradas que bien vale la pena recordar. Por ejemplo: en 1987 se fundó el Partido Mexicano Socialista (PMS) que nació de la fusión de seis fuerzas políticas de Izquierda en el país: Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Partido Socialista Unificado de México (PSUM), Partido Patriótico Revolucionario (PPR), Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Unión de la Izquierda Comunista (UIC; más adelante se unen a la fusión una parte de la militancia del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Su principal líder fue el ingeniero, científico, ideólogo, líder social y forjador de instituciones, Heberto Castillo Martínez.
Para ese entonces, ya en 1988, dice Moscoso, estaban en puerta las elecciones presidenciales y a la gubernatura. El PMS tenía como candidato a Los Pinos a Heberto Castillo que a la postre declinó por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato del Frente Democrático Nacional (conformado por exmiembros del PRI y organizaciones civiles que se opusieron al partido gobernante y pugnaron por elecciones democráticas). En Chiapas quien asumió el reto con todas las posibilidades en contra fue el pediatra Gilberto Gómez Maza. Tras las elecciones en las que resultaron ganadores Carlos Salinas de Gortari y Patrocinio González Garrido, comenzaron una serie de impugnaciones y movilizaciones que como sabemos no dieron ningún resultado.
Fue, entonces, cuando el ingeniero Cárdenas, junto a Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez (expriístas) y miembros históricos de la Izquierda como Heberto Castillo y Gilberto Rincón Gallardo, llamaron a formar el PRD, el cual se constituyó por fin el 05 de mayo de 1989 en la ciudad de México.
Acá, en nuestra tierra, quienes antes fueron miembros del PMT, luego del PMS, adoptaron la posibilidad de un partido de masas y fundaron ese mismo año el primer comité estatal, entre ellos: el propio Jorge Moscoso Pedrero, quien sería el primer presidente, Estaba León Cerpa, Oscar Martínez Nucamendi, Jack Demóstenes Muñoz y, desde luego, el histórico Gómez Maza. Juntos iniciaron más una tarea de soñadores que de políticos.
Hoy, a 22 años de distancia, preguntamos dónde están esos hombres de ideales, quién los acalló y los borró del mapa, cuándo surgirán otros… Hoy el PRD no es siquiera la posibilidad de lo que pudo ser... menos en Chiapas.

Pongosh
Deuda: Durante la comparecencia del secretario de Hacienda, Carlos Jair Jiménez Bolaños Cacho, ante el pleno del Congreso local, en la que este lunes detalló el ejercicio fiscal 2010, y a pregunta expresa formulada por Arely Madrid Tovilla, presidenta de la Comisión de Vigilancia, de si Chiapas es el estado más endeudado del país, como lo han manejado algunos medios de comunicación, el funcionario respondió: “De ninguna manera. Sí hemos usado financiamiento y está registrado en la Cuenta Pública, esto ha permitido realizar un gasto orientado hacia el desarrollo social. De acuerdo al informe emitido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (federal), en términos absolutos, Chiapas está en el lugar 14 en deuda pública”// Confusión: La construcción de la planta de tratamiento de aguas negras en el lado poniente de la capital no afectará al parque Tuchtlán, como se ha venido comentando y temiendo. Es un proyecto contemplado en el plan integral de rescate del río Sabinal, que por su propia naturaleza es al mismo tiempo ambiental, por lo que sería absurdo se afecte un área de esparcimiento tan importante. Por el contrario, el presidente tuxtleco Yassir Vázquez aclaró que mediante las acciones de embellecimiento de espacios públicos, el parque será remodelado para beneficio de las familias que lo visitan, ya que contempla el rescate de áreas de verdes, instalación de nuevo mobiliario, además de la construcción de una ciclopista y un tapete lúdico// Poesía: “En una sociedad opulenta como Estados Unidos, las regalías dejan bien claro al poeta que la poesía no es popular entre los lectores. Para cualquiera que trabaje en este medio, creo que esto debía ser más un motivo de orgullo que de vergüenza. El público lector ha aprendido a consumir incluso la mejor narrativa como si fuera sopa. Ha aprendido a mal emplear incluso la mejor música, al usarla de fondo para el estudio o la conversación. Los ejecutivos empresariales pueden comprar buenos cuadros y colgarlos en sus paredes como trofeos de estatus. Los turistas pueden "hacer" la gran arquitectura en un tour guiado de una hora. Pero gracias a Dios la poesía aún es difícil de digerir para el público; todavía tiene que ser "leída", esto es, hay que llegar a ella por un encuentro personal, o ignorarla. Por penoso que sea tener un puñado de lectores, por lo menos el poeta sabe algo sobre ellos: que tienen una relación personal con su obra. Y esto es más de lo que cualquier novelista de bestsellers podría reclamar para sí (W.H. Auden)”// Recuerde que El Canshape es un sitio encantado de Tuxtla Chico…

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