¿Pinocho?

¿Pinocho?
De ningún modo, es el canshapito posando con una su mascarita de parachiquito

miércoles, 10 de marzo de 2010

Gotera


I
Cuéntame de tu tormenta,
de cómo has sobrevivido
a estaciones adversas,
naufragios,
lirios infieles.

Cuéntame
mientras la tarde
humedece los vidrios
y los ojos de agua
desdibujan la calle;
mientras tus ojos
se vuelven lluvia,
ventanas tristes,
y la sonrisa se escurre,
quizás, al porvenir.

II
Cuéntame
mientras luz opaca se filtra
por los pies de la puerta
y la tarde fría cae lenta
como gota suicida.

La noche también cae,
guillotina del día.
(Relámpago verdugo
de árboles solitarios)
¿Escuchas?
Un quejido revienta
tras el ventanal,
una voz de charco
de sombra en sombra
trae la nostalgia de ser barro.

Adentro:
lucha de piel y sentimiento,
clima de pasiones:
—Quédate a dormir.

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